domingo, 19 de mayo de 2013

Eres tú.

Buscaba una canción o una persona que me salvara la vida. Y tú eras persona y canción al mismo tiempo. Y yo me pregunto cómo se puede llegar de repente y pisar tan fuerte. Como cuando te subes en un puto columpio, en una puta montaña rusa que te sube tan alto que al bajar tienes esa sensación en el estómago como si hubiera un concierto dentro de él...



 Y entonces apareciste tú. El chico perfecto. La persona que era capaz de sacarme una puta sonrisa aunque lo tuviera a kilómetros de distancia. Y a pesar de eso, nosotros rompíamos barreras, éramos capaces de saber lo que estaba pensando el otro sin necesidad de mirarnos a los ojos. Yo ya vivía dentro de él, él ya vivía dentro de mí. Y no lo sabíamos. Compartíamos sueños, compartíamos corazón, compartíamos el mismo cielo y la misma luna... y ya sólo nos faltaba compartir la misma cama bajo esa luna y ese cielo mirándonos de noche. Qué ridículo suena salir a buscarte para no soltarte, qué loco, qué tentador. Preferimos pensar que si la vida ha conseguido juntar nuestros corazones también será capaz de juntar nuestros cuerpos. Algún día, pequeño. 


No sabes cómo dueles”, le repetía una y otra vez, pero lo que no le decía era que lo que más me dolía era tenerlo lejos y no ser capaz de salir corriendo sólo para abrazarlo cuando estaba triste. Lo siento, mi vida, no me gustan las despedidas. No quiero decirte ningún “adiós” porque en realidad todavía no nos hemos dicho ningún “hola”. Yo me moría en cada una de tus “buenas noches pequeña” y volvía a nacer en tus “buenos días princesa”. Yo le contaba a mi guitarra todos los detalles de tu cuerpo y ella me regalaba las canciones en las que siempre suenas tú. 



 Todo el mundo con miedo a enamorarse, y a mí sólo me daba miedo perderte. Llevaba escrito tu nombre en mis ojos, y la gente al mirarme ya sabía lo que estaba pensando. Y tus iniciales grabadas a fuego en mi piel, te juro que esas ya no se borran. 

Que destruyan la palabra “nunca”, que el “siempre” ya lo tenemos guardado aquí dentro para... para siempre


Yo era la chica que quería salvar el mundo, pero lo que no sabía era quién me iba a salvar a mí. 
Y ese eres tú
Gracias por haberme salvado el mundo, y más que el mundo, la vida. Y más que la vida... el corazón

Para. Ya es tuyo. No lo rompas, por favor. 





“Confío en ti,(H)éroe”.

jueves, 28 de marzo de 2013

Si dejas de luchar empiezas a morir.

Cuántas veces he querido dejarlo todo, salir corriendo y llegar lo más lejos posible. Cuántas veces me han fallado personas que jamás hubiera pensado que lo hicieran, y aún así les he sonreído. Cuántas veces se me ha caído el mundo abajo, cuántas puñetazos al corazón me he tragado. Cuántas veces he tenido ganas de llorar... y me he tragado mis lágrimas para no preocupar a nadie. Hasta que llega ese punto en el que ya no puedes más, ya te duele respirar.

¿Y ahora qué? Ahora sólo tienes ganas de algo...o de alguien.

Piensa, reflexiona. Y llora, llora como si nunca hubieses llorado antes. Y saca toda la mierda que llevas dentro. Ponte a toda hostia el cd de tu vida y cántalo, cántalo muy fuerte con los ojos cerrados. ¿Recuerdas la canción que te salvó la vida? Pues escuchalá, repítela mil veces si hace falta, deja que te salve todas las veces que necesites. Ahora quiero que pares de pensar y te pongas a soñar. Sueña todo que quieras, ímaginate la vida de otro color. Como si ya hubieras cambiado el mundo. Y cada día es una batalla nueva, cada día es una lucha contigo misma, una guerra fría, en la que gana la más fuerte, la que más grita, la que más golpes recibe y aún así sigue luchando.

Así que no lo olvides, por favor:
Si dejas de luchar empiezas a morir.

jueves, 7 de marzo de 2013

Por favor, vuelve y hazme un concierto con nuestras dudas.


'Sé que al menos una vez has mirado mi perfil para asegurare de que todo sigue bien, para ver mi espacio personal o para vez cuál ha sido la última foto que he subido. También sé, que al menos una vez has pensado en preguntarme qué tal me va eso de la vida, has abierto el chat y no has sido capaz, con el “escribiendo” congelado, tal vez por miedo o por orgullo, o simplemente para acelerar el olvido. Además sé, que más de una vez me has visto conectada y has sonreído tontamente a la pantalla, recordando la última vez que te dije: “no eres capaz” y tú me miraste con tanta fuerza que pensé que me ibas a romper. Sé también, que estás más lleno de puñetazos que abrazos, y mi única meta era inundarte con los míos. Y sé, que al menos una puta vez, en brazos de alguien o en medio de un sueño, de esos que no se olvidan, te acordaste de mí.

Porque yo sólo quiero que sepas, que hoy leí nuestra última conversación y cerré los ojos para volver allí...

...pero ya era demasiado tarde.

¿Te acuerdas de nuestras guerras de mentira? Pues en realidad no estabas luchando conmigo, me estabas arreglando por dentro.

 
Todavía quedan restos de tu coraza, el mayor rascacielos que llevo dentro y el que más duele cuando tiran una piedra a una de sus ventanas.'

7 de Marzo. Las 7 y 23. 
 Ella sigue escribiendo y él sigue conectado.
 



viernes, 1 de marzo de 2013

Be Brave, like a Skyscraper~.

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No hay nada más bonito que cantar con los ojos cerrados. No hay nada que de más miedo que olvidar el recuerdo o la persona que te mantiene en pie. No hay nada más absurdo que nuestra sociedad, y nada más real que nuestra vida. No hay nada que duela más que un “Adiós” inesperado. Nada que te haga más feliz que la felicidad de la persona a la que quieres. Tampoco existe nada con más locura que el amor en todos sus aspectos, ni nada más injusto que los niños que se mueren de hambre. No existe nada más grande que tu ídolo, ni nada más pequeño que tú mismo. No hay nada que te haga pensar más que tus mentiras, ni nada que te llene más que un abrazo de más de 20 segundos. Y por supuesto nunca olvides, que no existe nada, absolutamente NADA, más fuerte que un corazón.

Porque todos somos mucho más fuertes de lo que creemos.
Y no lo sabemos.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Ella.


Ella vivía con el enemigo en casa, tan cerca, que compartían la misma habitación. Espejo, le llamaban. Ella se acostaba todas las noches llena de ilusiones y amanecía con un montón de sueños rotos. Ella se enamoraba de miradas y sonrisas, no de modas ni apariencias. Ella lo daba todo sin pedir absolutamente nada, quizás por eso a veces se sentía tan vacía... y sólo podía llenarse con un abrazo de la persona que le salvara la vida. Sonaba a despedidas y a canciones tristes, y por cada acorde olvidaba una cicatriz. Ella escondía tantos miedos, que daba miedo pensar en lo mucho que le dolía. Ella soñaba con cantar fuerte mientras otros la señalaban, y ahí sin ganas, ahí con las cadenas apretadas, y las manos frías vestidas de invierno, con los ojos cerrados y los párpados muy abiertos, en llamas y ardiendo, ella no lloraba.

Ella todavía, seguía sonriendo...

martes, 15 de enero de 2013

“Mírala. Está más rota que nunca. Sonríe como si no hubiera mañana.”


Mírala. Sin miedo. Ella está al borde de un precipicio, y el miedo desaparece cuando alguien le sonríe. Si le sonríes, le estás dando segundos, minutos de vida. Ella se alimenta de sonrisas, y aún así, pasa hambre todos los días. ¿Quieres regalarle horas? Ven, acércate, mírale a los ojos. Son un poco tristes, pero no te asustes. Vive dentro de una canción que le marcó la vida, o vuelve a pasar su cinta de recuerdos en su mente. Por dentro, ella sigue luchando. La guerra no se ha terminado. A veces, le duele el lado izquierdo del pecho y no sabe cómo seguir. ¿Y si le das días? Ven, siéntate a su lado. Pregúntale cómo está. Te dirá que está bien, pero es una puta mentira. Bien, háblale más,deja que te cante o te toque la guitarra, si quieres. Hazla rabiar o cuentale un chiste (aunque sea una gilipollez). Ella se va a reír. Siempre lo hace. Aunque se le esté cayendo el puto mundo encima. Es su manera de limpiarse el polvo por dentro, de sanar cicatrices que no se han cerrado del todo. Poco a poco notarás que sus ojos respiran mejor. Si la tocas o la abrazas justo ahora notarás su calor, su temperatura dentro de ti. Ya no tiene miedo. Ahora viene la parte más difícil. ¿Quieres regalarle una vida entera?

Simplemente dile: Te quiero.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Una vez más, a ras del suelo.


Con el corazón todavía en obras, te escribo una vez más. SOS. Te tengo que contar un secreto: cada día que pasa estás más guapo. Y te miro desde lejos y... se me escapa una sonrisilla. Lucho por no mirarte. Sé que tú también estás luchando, lo noto. Tus ojos me lo cuentan todo, aunque ya cada vez sepa menos de ti. Quiero decirte que me encanta cuando sonríes. Verte feliz es mi objetivo. No te derrumbas, y si lo haces recuerda que sólo tienes proteger tu coraza. Por suerte, tu coraza es de hierro, es casi invencible. Eso es porque la herida que se está curando debe de ser muy grande. No temas, la mía es cien veces mayor y sobrevivo, tranquilo mi vida. Vive cada puto segundo al máximo. Puede que en un tiempo mires atrás y te arrepientas de no haberlo aprovechado bien. Y eso ya no se cambia, ya no... Yo lo sé. Lo que yo daría por cambiarlo todo y estar contigo. Dicen que si deseas algo con todas tus fuerzas se puede cumplir. ¿Será verdad?