lunes, 28 de mayo de 2012

Nunca olvides lo que alguna vez te hizo sonreír



En esos momentos en los que no sabes cómo sonreír, en los que no existen motivos para ser feliz ni admirar la vida. En esos momentos en los que tú me faltas y nadie sabe ocupar ese vacío. Esos momentos en los que te gustaría desaparecer, o simplemente, echar marcha atrás en el tiempo y volver a vivir los momentos que te hicieron sonreír. Recordar cada mirada, cada palabra, cada gesto, cada sonrisa, cada imagen, cada minuto inolvidable de tu vida que te haga olvidar las razones que te hacen estar así de mal. Olvidar todo aquello que te hace llorar y volver a sentir una y otra vez lo que una vez te hubiese gustado que jamás terminara. Y nunca dejes de recordarlo, porque esa es la única forma de seguir adelante.

domingo, 27 de mayo de 2012

La estúpida perfección


Cansada de ser siempre la típica niña perfecta. Cansada de cumplir siempre las normas, de no llegar a más de las diez de la noche a casa, de sacar las mejores notas del mundo, de no poder decir palabrotas, ni protestar por algo que te importa, o quedarte hasta las tantas de la noche hablando con tu amiga por el tuenti. ¿Sabes qué? Que a la mierda todo. A la mierda lo posible y lo imposible. A la mierda esas estúpidas normas de perfección necesaria en un mundo tan imperfecto. A la mierda los estúpidos comentarios de “No hagas esto, no hagas lo otro”. Ya estoy harta ¿entendido? Quiero irme lejos, muy lejos contigo. Quiero salir corriendo, gritar y contártelo todo. Porque después de todo esto siempre habrá una persona que sabrá cómo romper esa estúpida perfección. Esa persona que es en realidad la causante de todos estos líos. Esa persona que hace que pienses en sus ojos las 24 horas el día, y que hace que te olvides de todo lo demás. Porque cuando tú estás cerca ya no me duele nada, ya no tengo ganas de salir corriendo. Ya no puedo perderte, no puedo dejar que te alejes de mí. Y en esos momentos, en esos segundos complicados de tu vida, en los que no sabes qué hacer, ni qué decir, ni cómo reaccionar; en esos momentos en los que te gustaría desaparecer, es cuando más necesitas a esa persona, necesitas abrazarle, respirar su olor, mirar sus ojos y sentir su corazón latiendo fuerte junto al tuyo. Porque sólo esa persona sabrá hacerte feliz. Para siempre.