Es jodido cómo tu vida puede cambiar en un puto segundo. Cómo una ola
grande viene y se lleva todo lo que te importa. Y te da miedo, miedo a
que ya nada sea como antes. Otra puta verdad de la vida. Tienes razón,
ya nada volverá a ser como antes. NUNCA. Y al final sólo ocurre una
cosa: LLEGA EL PUTO INVIERNO.
Tu vida cambia, y él ya no está, ya no. Conoces a otro chico, parece
simpático y te manda sonrisas, pero ¿sabes qué? Al final te das cuenta
de que es un gilipollas más, como todos. De que te quiere por tu culo
bonito y no por los ojos achinados que se te ponen cuando sonríes. Y no
se da cuenta de que te tocas la oreja cuando te habla. Déjalo, no merece
la pena. Entonces lo recuerdas, justo ese momento en el que ÉL, que ya
no está, se dio cuenta de ese puto detalle.
Otra vez, los días pasan, la lluvia de cala y te moja los zapatos. El
frío entra dentro de ti, y te vuelve a recordar eso mismo: "Ya no está".
Y no sabes si te duele más el frío que su ausencia. Y tú te mueres por
dentro...
Y pasan los días, y pasan las putas semanas y el frío aumenta. Y cuando
ya no te queda nada, cuando ya no tienes esperanzas, cuando piensas que
el invierno ya ha llegado a tu corazón, cuando ya ni la música te cura y
los de siempre se olvidan de abrazarte cuando estás mal, de repente,
SUCEDE.
Y sí, es real. Ha pasado. ¿QUÉ FRÍO, QUÉ LLUVIA, QUÉ MIERDAS? Ya no
llueve, ya no duele, ya no cala. La primera mirada, las primeras
palabras. La primera guerra de mentira. Y tal vez las últimas, pero una
vez más has vuelto a sonreír de verdad, ha vuelto a salvarte.
"Esta vez has ganado tú gilipollas".
Mira la vida cómo vuelve y te sorprende. 9' SIEMPRE.
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