jueves, 21 de junio de 2012

Yo mataré montruos por ti.


Ella. La típica chica tímida que se cae mil veces y se levanta otras mil si hace falta. La que podría pasar una vida entera mirándote a los ojos. La que no pretende ser perfecta, pero odia a muerte sus complejos. La que necesita que la música suene mucho más alto que los problemas. La que nunca dejará de soñar aunque los demás intenten romper lo que sueña. La que lleva su Peter Pan a todos lados. La fan nº1 de tu maldita sonrisa. La que te quiere, la que te ama y te odia a muerte aunque nunca se atreva a decírtelo. La que coge una guitarra y empieza a tocar hasta que dan las tantas de la noche. La que se viste de princesa para destacar. La que sonríe aunque le duela. La valiente de la pandilla, la luchadora. La tonta, la caprichosa. La que cruzaría el puto Océano Atlántico si hace falta para estar contigo. Ella.

Él. El típico gilipollas. El que un día te hace la más feliz del mundo y al día siguiente ni se acuerda de lo que pasó. El que te mira y te enamora. El que pasa de todo lo que diga la gente. El que hace de duro, pero por dentro está hecho de cristales. El que pinta de azul el cielo en los días nublados, o mejor dicho, mi cielo. El que te hace llorar y reír al mismo tiempo. El que hace que se pare el mundo cuando te toca. El que se olvida de ti y se va con otras que ni siquiera saben lo que significa la palabra "amor". El imbécil, el tonto. El que falla pero te ayuda a subir. La persona por la que ahora mismo estoy escribiendo esto. Él.

Nosotros. Que nos odiamos y nos queremos hasta el punto de pertenecer a polos opuestos. Que guardamos secretos que sólo nosotros sabemos. Que subimos a tres metros sobre el cielo cuando nos miramos. Que vale, que yo a ti te importo una mierda, que lo sé, que no hace falta que me lo repitas mil veces. Pero nunca lo olvides: Yo mataré monstruos por ti.

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